PRUEBAS DIAGNÓSTICAS

Ergometría

Conocida también como prueba de esfuerzo, consiste en la realización de ejercicio físico en una banda caminadora o bicicleta estática con fines diagnósticos o para valorar el pronóstico de la enfermedad coronaria reciente o ya diagnosticada anteriormente y analiza la respuesta del corazón ante el ejercicio.

Dr. Fausto Camacho Vargas.

¿Qué es la ergometría?

La ergometría o prueba de esfuerzo es una técnica diagnóstica fundamental que se utiliza principalmente para el diagnóstico de la angina de pecho en pacientes con dolor torácico y para valorar la respuesta del corazón ante el ejercicio. Su uso en la enfermedad coronaria se fundamenta en la capacidad de poner de manifiesto alteraciones cardiovasculares no presentes mientras el paciente está en reposo y que pueden ocurrir con el ejercicio físico, es decir cuando hay alguna sintomatología sospechosa y electrocardiograma normal o no concluyente, dicho de otra manera, si  un paciente tiene enfermedad coronaria, la obstrucción en la arteria puede permitir un flujo de sangre al corazón normal en reposo, por lo que no experimentará ningún síntoma, y el electrocardiograma será probablemente normal. Sin embargo, al realizar un ejercicio físico o esfuerzo aumentará el trabajo del corazón y, por tanto, la necesidad de aporte de sangre. Si existe una obstrucción coronaria, se producirá un déficit de riego sanguíneo que provocará la aparición de dolor conocido como  angina de pecho y/o alteraciones en el electrocardiograma. La ergometría permite reproducir la angina de una forma controlada para poder diagnosticarla.

Además de ayudar al diagnóstico correcto, la ergometría es útil para hacer una estimación del pronóstico, de la capacidad de ejercicio físico y valorar el efecto del tratamiento en aquellos pacientes con enfermedad coronaria ya conocida.

El espectro de enfermedades cardiacas en las que se realiza la prueba de esfuerzo es cada vez mayor: hipertensión arterial, insuficiencia cardiaca avanzada, alteraciones del ritmo (arritmias), cardiopatías congénitas, etc.

En ocasiones no es posible realizar la ergometría. Por ejemplo, muchas personas de edad avanzada que tienen problemas de movilidad como por ejemplo artrosis u otra circunstancia física que impida realizar adecuadamente el ejercicio físico. En los pacientes que presentan en el electrocardiograma un bloqueo de rama izquierda u otras alteraciones llamativas no es posible interpretar el electrocardiograma durante el ejercicio, por lo que es preferible solicitar al paciente otra prueba para comprobar si tiene alguna obstrucción coronaria como un ecocardiograma de estrés, pruebas de medicina nuclear o  TAC coronaria.


¿Cómo se realiza la prueba de esfuerzo?

Consiste en un ejercicio físico en tapiz rodante o bicicleta estática aumentándose progresivamente la carga, de acuerdo con unos protocolos predeterminados (el más utilizado es el protocolo de Bruce, aunque existen otros). Lo más adecuado para conseguir un ejercicio más fisiológico y que no precisa aprendizaje previo por parte del paciente es la prueba con tapiz rodante, por eso suele ser la más utilizada. La prueba dura dependiendo la capacidad física del paciente desde pocos minutos hasta alrededor de 20 minutos  y que además dependerá del protocolo a utilizarse. 

Antes del inicio de la ergometría, se deberán realizar dos electrocardiogramas: uno con el paciente acostado y otro de pie. Una vez iniciada la prueba de esfuerzo, se obtendrá una monitorización electrocardiográfica continua. Se debe  prestar especial atención al electrocardiograma durante toda la prueba y sobre todo en  el momento de máximo esfuerzo, si el paciente presenta angina de pecho,  alteraciones eléctricas, arritmias y   cifras tensionales muy elevadas se debe suspender la prueba. También se registrará durante el tiempo de recuperación (3-5 minutos). Además deben realizarse mediciones periódicas de la presión arterial.


Recomendaciones

El personal sanitario informará si es o no necesario suspender la medicación antes de la ergometría. El paciente deberá llevar ropa que se pueda quitar fácilmente y calzado cómodo, preferiblemente zapatos deportivos. En ocasiones, si el paciente tiene mucho vello en el tórax hay que rasurarlo para que el registro del electrocardiograma sea de mayor calidad. No se debe acudir a la ergometría después de una comida copiosa (2-3 horas antes), ni realizarla tras ayuno prolongado por existir riesgo de bajada de azúcar), tampoco deberá consumir alcohol ni bebidas con cafeína en las 3 horas anteriores, ni llevar a cabo actividad física intensa o ejercicio inhabitual en las  12 horas previas.

La ergometría consiste en realizar el mayor esfuerzo posible, alcanzando incluso el umbral del cansancio o máximo nivel de resistencia. Si en este proceso el paciente experimenta algún síntoma debe comunicar al  médico u operador.

La ergometría puede resultar positiva para isquemia (falta de riego) del músculo cardiaco porque aparezcan síntomas o porque existan cambios en el electrocardiograma.


¿Para qué sirve la ergometría?

Permite comprobar la respuesta del corazón al ejercicio físico controlado. Se utiliza  asimismo para valorar la aparición de síntomas o arritmias inducidos por el ejercicio, para evaluar la capacidad funcional y la respuesta de la presión arterial y para  diagnosticar la isquemia cardiaca o valorar su pronóstico.


¿Qué riesgos tiene la ergometría?

Se pueden presentar síntomas leves, como palpitaciones, mareo, cansancio y calambres en las piernas, y puede aumentar o disminuir la presión arterial. También se pueden presentar signos de riesgos aunque es infrecuente, como dolor torácico anginoso, síncope o arritmias ventriculares, que implican que debe terminarse la prueba. Es excepcional que una complicación deje secuelas.

En ciertos casos de enfermedad coronaria importante, se pueden presentar trastornos del ritmo cardíaco graves, síncope y, muy ocasionalmente, infarto de miocardio o insuficiencia cardiaca. El riesgo de muerte es excepcional (1:10.000). Otros riesgos o complicaciones que podrían aparecer, dadas su situación clínica y sus circunstancias personales preexistentes.

En su estado clínico actual, los beneficios derivados de esta prueba superan los posibles riesgos; por este motivo es conveniente que se someta a ella. Si aparecen complicaciones, el personal médico y de enfermería que le atiende está capacitado y dispone de los medios para intentar resolverlas. Aun así, antes de firmar la autorización, no dude en pedir cualquier aclaración adicional.